sábado, 25 de mayo de 2013


LAS COMPETENCIAS DE UN DOCENTES DEL SIGLO XXI

por: Luis Humberto Frayre García.

"La formación universitaria debe ser de alto nivel y debe dejar bien sentadas las bases para los futuros aprendizajes. Eso sólo se logra con una adecuada selección de contenidos, que habrán de ser, en todo caso amplios y suficientes para garantizar la formación de profesionales actualizados y de alto nivel" (Zabalza Miguel A. Narcea, España. 2003).
Si esto se plantea a nivel universitario podemos empezar a pensar que las cuestiones a nivel básico también requieren ser modificadas y más para lo que se menciona al final de esta cita, para que esa formación sea actual y de alto nivel.
Los comienzos siempre son complicados y más cuando dentro de ellos no se han planteado situaciones de asociación o puntos de acuerdo entre las partes y se hace ver que se requiere un cambio, pero ya con la propuesta en marcha.
No es que se haga necesario un enfrentamiento de los actores en los procesos y que el país requiera de este para despertar a la población, al contrario, se requiere de cambios en las formas y en los fondos de eso no hay duda, más cuando nos damos cuenta de que la sociedad ha evolucionado a pasos agigantados producto de la comunicación y los avances en los medios de trasmisión de mensajes, sean masivos o no.
“Los profesores eligen libremente elaborar un balance y construir competencias, sin que sea necesario incitarlos a ello de forma autoritaria o con sanciones o recompensas en mano. Idealmente, la autoformación resulta de una práctica reflexiva que debe más a un proyecto” (Perrenoud, Philippe. 2004)
Aquí es donde empieza la socialización de las ideas y es que a lo largo de los años este sigue siendo el punto neurálgico en toda toma de decisiones y acuerdos, más ahora que seguimos bajo la creencia arraigada de que no se requiere ser diferente en todas las formas sino podemos ir poco a poco cambiando para que no afecte tanto a nuestro propio sistema, o con la idea de “no soy el único que requiere de un cambio”.
Sin entrar al punto principal que nos atañe que es la educación basada en competencias, debemos entender que si es necesario evolucionar, transformarnos continuamente para asi poder transformar nuestro entorno. La palabra lo dice pasar a otro lugar en las formas, llevar a otro espacio.
Somos en algunas ocasiones muy conformistas y es que salirnos de la comodidad nos provocaría un descontrol hasta en la posible filosofía de trabajo inculcada desde el seno materno o el alma mater escolar. Siendo que en cualquiera de los dos espacios ha tenido que ocurrir una evolución dada por las circunstancias y los contextos.
Pero en sí no está mal el pensar que no debe de fragmentarse el acuerdo de los actores por el hecho de querer modificar la historia.
“La profesionalización es una transformación estructural que nadie puede controlar por sí solo. Por lo tanto, no se decreta, incluso si las leyes, los estatutos, las políticas de la educación pueden favorecer o frenar el proceso. Lo cual significa que la profesionalización de un oficio es una aventura colectiva, pero que se representa también, en una larga medida, a través de las opciones personales de los profesores, sus proyectos, sus estrategias de formación.” (Perrenoud, Philippe. 2004)
¿Cómo requiere ser el profesor hacia el siglo que ya nos alcanzó? A veces sale primero ese cuestionamiento en lugar tal vez de pensar ¿cuál debe de ser el fin a perseguir en la educación para así perfilarnos quienes nos dedicamos a este proceso o quienes se formarán para formar?
Y no digo que no se haya mencionado ya esto o se hayan respondido estas preguntas al momento de pensar en nuevos modelos, a lo que me refiero es que no suena convencido el receptor del mensaje de que esto se debe hacer, posiblemente porque le suena a imposición o que se ha querido trasponer el toque empresarial a la educación y esto cuando la cultura del país esta tan sensible pues solo afecta al entendimiento y al acuerdo.
Pero eso no quiere decir que nosotros como profesores no debamos darnos cuenta que hay que dejar de ser nosotros para integrarnos a esta labor diaria de educar o que no nos hayamos dado cuenta de que al cambiar las sociedades nos tengamos que mantener estáticos.
Lo principal en un maestro debe ser:
·         La generosidad para transmitir conocimientos.
·         Sensible a la observación del entorno.
·         La capacidad para modificar el ambiente.
·         El permitirse escuchar opiniones que le ayuden a aprender o desaprender.
·         El no ser aislado al momento de trabajar o necesitar ayuda.
·         Hacedor de programas y diseñador de planes.
·         Evaluador de aprendizajes y de procesos de enseñanza.
·         Conocedor y de buen manejo  de medios y fuentes de información.
Entre otras cosas que se pudieran mencionar.
“La profesión no es inmutable. Sus transformaciones pasan sobre todo por la aparición de nuevas competencias (relacionadas, por ejemplo, con el trabajo con otros profesionales o con la evolución de las didácticas) o por énfasis de competencias reconocidas, por ejemplo para hacer frente a la heterogeneidad creciente de los públicos y a la evolución de los programas”. (Perrenoud, Philippe. 2004).

Para ser hay que parecer pero sin dejar de ser. El profesor del siglo XXI no debe estar peleado con su pasado, al contrario es útil eso que ocurrió para la experiencia, pero no debe vivir en eso que ya no está. Transfórmate en el entendimiento.





LAS COMPETENCIAS DE UN DOCENTE DEL SIGLO XXI.


LAS COMPETENCIAS DEL DOCENTE DEL SIGLO XXI.

 

Dentro del sistema educativo mexicano se han venido suscitando diversos cambios, a través de sus reformas educativas, se busca dar una continuidad y reunir los elementos necesarios con el fin  brindar una educación de calidad a la comunidad estudiantil. Actualmente vivimos bajo los efectos de la globalización, impactando fuertemente en el ámbito educativo por tal motivo se requiere de que los actores educativos se involucren y asuman con responsabilidad su tarea de formar a los que serán el futuro de México.

Uno de los principales retos   dentro del programa Nacional de Educación es la calidad educativa, y para el logro del mismo se requiere  de una figura que es la que toma relevancia y constituye un papel fundamental en el proceso de enseñanza aprendizaje, me refiero al docente, siendo este el que se enfrenta directamente a transmitir los conocimientos además de guiar y motivar  este proceso.

La enseñanza no es tarea fácil, requiere de un gran compromiso y una verdadera vocación para poder desempeñar eficazmente esta labor, y para esto Perrenoud y Zabalza ofrecen una propuesta basada en diez competencias básicas que todo docente puede reunir, es decir identificar competencias clave (Perrenoud 1989,1990)., dichas competencias se basan en el trabajo cotidiano que se vive dentro del aula asi como en la institución.

Pero analicemos en la actualidad, como es un docente en pleno siglo XXI, este ya no es un simple transmisor de conocimientos, en donde el alumno solo recibe y memoriza el conocimiento, ahora se pretende que cada docente mexicano sea un guía, involucrar al alumno explotando sus talentos y competencias, construir juntos el conocimiento a través de situaciones de aprendizaje aprovechando de las experiencias ya no solo del profesor si no del resto del grupo, al profesor suele costarle trabajo entender por qué sus alumnos no entienden Bachelard (1996)., es necesario recordar como es el camino hacia el conocimiento, ponerse en lugar del estudiante y a partir de eso buscar las estrategias idóneas para logar el objetivo.

Sería muy útil que los profesores tengan conocimientos de psicología para poder conducir al alumno, contando con elementos que le permitan abordar cualquier situación emocional que se presente además contar con dispositivos didácticos que ayuden a aprender y a poner en movimiento al alumno, recurrir a actividades lúdicas no importa la edad del alumno, aún en universidades resulta factible la incorporación de ese tipo de estrategias, motivan y despiertan el interés, se puede aprender riendo, jugando y disfrutando.

El papel del profesor del siglo XXI, como se puede observar requiere de un gran preparación, y no solo en la etapa universitaria, si no de una preparación y actualización constante y continua, necesita despertar su pasión por conocimiento, no solo por exigencia de la institución a la que labore si no por interés personal, ser una persona preparada es percibida por el alumno quien tiene puesta su confianza en el profesor y contagiar el interés por el conocimiento. Dentro de las competencias docentes se encuentra la comunicación, es relevante tener una excelente comunicación con el alumno, el tener confianza y platicar situaciones personales abre una ventana de oportunidad para el docente, una vez ganada la confianza del alumno será más fácil llegar a él.

La convivencia diaria  en un salón de clases no es suficiente para que el profesor pueda observar que conocimientos se han adquirido, es importante  contar con competencias para interpretar situaciones, memorizar momentos ocurridos en clase, además de tener presente que no es posible imaginar que una situación de aprendizaje será recibida de igual forma por cada alumno, por ello requiere organizar la clase en distintas formas ya que los estilos de aprendizaje y ritmo de cada alumno difieren.

Otro de los aspectos que no puede faltar en un docente del siglo XXI, es el uso y conocimiento de las nuevas tecnologías, los profesores de años atrás requieren de una búsqueda de actualización en este sentido, por que como se habló en un principio la globalización impacta, y es necesario mantenerse a la vanguardia en todos los aspectos, la práctica docente no debe ser limitada a un solo recurso, es necesario reflexionar e investigar y poner todo el esfuerzo por utilizar diversos recursos que ayuden a la enseñanza, y tener presente que este proceso de enseñanza es de un trabajo en equipo desde directivos, maestros, padres de familia y alumnos.

Conclusión:

Finalmente podemos observar que un docente tiene un enorme compromiso con su profesión y consigo mismo, la elección de esta profesión debe ser impulsada por vocación, solo de esta forma se afrontarán los retos venideros, puesto que el trabajo educativo es verdaderamente absorbente pero muy gratificante, cuando se hace con dedicación y responsabilidad, atendiendo las demandas y brindando el apoyo necesario. Así mismo requiere de una preparación constante un docente nunca abandonará el estudio, será una persona con deseos de búsqueda del conocimiento, participación en proyectos, lucha incansable por la enseñanza y como menciona (Schon, 1994,1996) (Perrenoud 1989) ejercer una práctica reflexiva, pensar en lo que se hará, en lo que hacemos y en lo que hemos hecho.
 
 
 

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LAS COMPETENCIAS DEL DOCENTE DEL SIGLO XXI



Competencias del docente del siglo XXI
Lic. María Eugenia Peñalver D
Estamos frente a tiempos  donde la trasformación de los sistemas de enseñanza deben estar vinculados con los saberes científicos y tecnológicos siendo esto  fundamentales  para  el desarrollo de un individuo que sea capaz de  integrarse  perfectamente a la sociedad, capacitado para responder con eficiencia a las demandas de todos los sectores donde se desenvolverá ; por lo que  el objetivo de la educación debiera ser no sólo egresar alumnos con excelentes calificaciones sino alumnos con las destrezas, capacidades, actitudes y aptitudes que le servirán para poder vivir de una mejor manera.
Es necesario lograr la equidad, la justicia social, la integración participativa y competitiva del educandos. Es aquí donde los profesores darán movilidad y desarrollo productivo para romper las estructuras de pobreza, marginación, discriminación y desigualdad.
La educación es una vía de realización humana y un mecanismo de trasmisión de valores sociales que permiten la convivencia.
De acuerdo a lo que afirma  Díaz Barriga en  “La reforma educativa como un reto para integrar (1990-2013)  “La educación debe ser reformadora” Los conocimientos tienen un valor de uso el maestro debe ser capaz de incorporar las tecnologías a las aulas. Debemos recordar que los estudiantes aprenden más de lo que hacen y lo  que ven  que de lo que se habla.
La educación se fundamente  en la experiencia Denwey (1937), por lo que el sentido de competencia  es educar para la vida.
Es importante puntualizar que las competencias dentro del ámbito escolar se han definido de distintas maneras, algunos las han definido como las capacidades, destrezas y habilidades que los educandos desarrollarán a través del proceso de enseñanza aprendizaje. Una competencia se desarrolla sólo cuando el individuo al que se le educa se apropia del aprendizaje o tiene para él un uso.
Es por esto que los profesores requieren tener un perfil donde  sean capaces de trasmitir los saberes, de tal manera que no haya ambigüedad y  los objetivos sean claros y bien establecidos , profesores comprometidos con su quehacer educativo respondiendo efectivamente y con responsabilidad ante el reto que la sociedad  está demandando.
En un intento  por guardar congruencia con los planteamientos educativos, la formación de  docentes debe estar encaminada a que el maestro desarrolle competencias para realizar su labor.
Es necesario enfatizar que las competencias de un profesor que enseña a alumnos del siglo XXI van enfocadas a desarrollar no sólo los mejores estudiantes, si no a los mejores individuos  capaces de producir e integrarse a una comunidad social y laboral.
Un organizador nato, un  comunicador  que  presente  los contenidos de manera clara, especifica y concreta, guiando a los alumnos a trabajar colaborativamente, construyendo su conocimiento, dentro de un ambiente de libertad y respeto donde el educando pueda   desenvolverse como un individuo seguro, reflexivo, crítico, autodidacta y responsable.
Es convertirse en un docente estratégico, que  se anticipe, descubra, cree y  se adapte a las situaciones que se le presenten, no que pretenda seguir un programa al pie de la letra o use   técnicas y recursos didácticos aplicados en otras experiencias.
Debemos recordar  que el maestro  deja de ser el centro del conocimiento, el  todo poderoso para convertirse en el guía y tutor de un proceso, un excelente comunicador, incluyente, ser un generador de cambio, innovador ,que promueva, oriente y de sentido al cambio y un líder transformador.


sábado, 18 de mayo de 2013

Competencias Docentes En El Siglo XXI

Introducción

Hoy en día se habla mucho de competencias en todos los ámbitos de la vida desde el social, económico, político y por supuesto educativo. Citando a Sergio Tobón en Aspectos Básicos De La Formación Basada En Competencias, él dice:” El enfoque de competencias implica cambios y transformaciones profundas en los diferentes niveles educativos, y seguir este enfoque es comprometerse con una docencia de calidad, buscando asegurar el aprendizaje de los estudiantes, las competencias son la orientación fundamental de diversos proyectos internacionales de educación, ya que constituyen la base fundamental para orientar el currículo, la docencia, el aprendizaje y la evaluación desde un marco de calidad, ya que brinda principios, indicadores y herramientas para hacerlo, más que cualquier otro enfoque educativo.” 

Por eso las autoridades de educación en México han tenido que hacer cambios y reformas que tienen como objetivo cubrir las nuevas necesidades de este mundo cambiante. Hacía falta reorientar el modelo, este que tiene gran esfuerzo, tiene que ir acompañado de un cambio en la práctica de los docentes para ser congruentes con el proyecto. 

Los Docentes


Para que los estudiantes puedan desarrollar las competencias genéricas, es necesario que los docentes también aprendan y desarrollen las competencias que no corresponden y cambiar el actual modo de impartir clases, ya que no se trata de impartir conocimiento sino de “enseñar”. 

Hablando de las competencias docentes citare a Philippe Perrenoud en La Formación del Docente en el Siglo XXI el plantea que: 

“Estamos seguros de que los profesores capaces de enseñar estos saberes deben no sólo adherir a los valores y a la filosofía subyacentes pero, aún más, disponer de la relación con el saber, la cultura, la pedagogía y la didáctica, sin las cuales este hermoso programa sería letra muerta”. 

Estoy convencido  que con mayor frecuencia los conocimientos y habilidades de los educandos se deben ir actualizando en función a las necesidades que propone la RIEMS, por lo que los docentes deben asumir una actitud de búsqueda permanente de nuevas formas de aprendizajes, de acuerdo a los avances tecnológicos para darle un mejor uso a la información, siempre basándose en las necesidades de cada currículo y alumnos, abordando nuevos paradigmas escolares y hacerlos vigentes. 

El compromiso del docente ahora es hacer que los estudiantes logren aprender. El aprendizaje conlleva a la adquisición de conocimientos, que pueden ser de tipo memorístico, pero también a un conjunto de habilidades, destrezas y actitudes. Esta es la definición del aprendizaje de competencia, es decir la competencia es el desarrollo de la apropiación de la realidad vinculada con el conocimiento, donde el estudiante es capaz de establecer relaciones entre estos y el entorno en el que vive o se desenvuelve. 

En este proceso su capacidad de análisis y reflexión no está reñido con la capacidad de modificar su conducta y crear nuevas estructuras de conocimiento a partir de lo que percibe, es el desarrollo de competencias entonces una parte del proceso de aprendizaje que se considera significativo, por que utiliza y moviliza los diferentes tipos de esquemas que permiten realizar eficientemente la toma de decisiones en el sujeto. 

La responsabilidad de enseñar y ayudar a desarrollar estas competencias recae directamente en los docentes y en la forma de enseñar y abordar los contenidos. El cambio se deberá hacer a nivel del aprendizaje que sea a través de problemas y situaciones reales que permitan a los estudiantes ser reflexivos y críticos, pero siempre en un ambiente donde los valores universales estén presentes, con sentido ético. 

En lo que se refiere a las competencias de los docentes Perrenoud nos da algunos ejemplos como: 

• Si los profesores están enfrentados, en una gran proporción, a clases agitadas, imponer la calma debe ser una competencia de los docentes. 

• Si los alumnos se resisten, no invierten, movilizarlos y provocar en ellos las ganas de aprender debe ser una competencia de los docentes. 

• Si los alumnos viven una doble vida, por momentos niños o adolescentes en la escuela, por momentos adultos en la sociedad, tomar en consideración esta situación debe ser una competencia de los docentes. 

• Si su relación con el saber y con el mundo les impide dar sentido de manera espontánea a los saberes y al trabajo escolar, ayudarles a construir este sentido debe ser una competencia de los docentes. 

• Si los programas están a años luz de los alumnos, adaptarlos, aligerarlos debe ser una competencia de los docentes. 

Con estos ejemplos queda de manifiesto que los docentes tienen mucho que aprender y desarrollar, ya que las nuevas prácticas de enseñanza y aprendizaje requieren de profesores capaces para poder ayudar a los estudiantes a desarrollar competencias, y a la vez desarrollarse a ellos mismos. La actitud que se tenga para aceptar los cambios y que se pongan en práctica es lo que harán la diferencia. 

Conclusión
Los docentes deben de estar convencido de los beneficios que esto trae a la educación y formación, no sólo de alumnos, sino verlo como el cambio favorable en todo individuo.  Los docentes deben comprometerse, con responsabilidad y entusiasmo a prepararse, tomar cursos, organizaciones en academias, ya que también tiene el compromiso de mejorar día a día su planeación. Una vez que ya tenga reconocidas y establecidas las diferencias individuales de los estudiantes, ha de atender sus necesidades de aprendizaje mediante el diseño, puesta en práctica y evaluación de diversas actividades de enseñanza con el apoyo de recursos didácticos; además es necesario que valoren también su actuación docente, de forma que se pueda él auto evaluar y el mismo pueda concebir la manera que está trabajando si es para bien o no.

Los maestros deben de concentrarse en impartir bien su clase para que los alumnos puedan captar la información que se requiere para su intelecto. De igual manera el profesor debe de saber cómo crear estrategias que permitan la cooperación y participación de sus alumnos dentro del aula, y de esta manera podrá obtener alumnos más competentes para el futuro.














Referencias Bibliográfica

Olivé León, Pérez Ransanz Ana Rosa (2003), Las sociedades humanas en el siglo XXI: Complejidad, incertidumbre y desafíos, Instituto de Investigaciones Filosóficas, UNAM, p.2.
Sergio Tobón (2006) Aspectos Básicos De La Formación Basada En Competencias, Talca: Proyecto Mesesup.









Por:  Risley Abad Núñez Holguín